21 de octubre de 2010

Segundo Festival de Literatura "La Pluma de Cobre 2011"

Sábado 30 de Abril, a las 7 pm.
Centro Cultural Santo Domingo (Al Costado de la Catedral)

CATEGORIAS:
CUENTO - ENSAYO - POESÍA
NO HABRÁ AFÁN DE COMPETENCIA
Podrán participar todos los ciudadanos nacidos y residentes en Moquegua que presenten trabajos originales, inéditos y escritos en español.
Cada participante podrá presentar como máximo tres trabajo en una sola categoría siempre y cuando utilice un seudónimo distinto para cada trabajo e inhibiéndose de participar en las demás categorías.
Los participantes deberán presentar cada trabajo en el correo electrónico:

malosmuchachos@hotmail.com   o
losmalosmuchachos@gmail.com

La sola presentación de trabajos a este festival implica la autorización para el uso de las obras enviadas.
 
 
ORGANIZAN:
 
DIRECCION REGIONAL DE CULTURA - MOQUEGUA
DIRECCION DE PROMOCION Y DIFUSION CULTURAL

MUNICIPALIDAD PROVINCIA MARISCAL NIETO

ASOCIACIÓN CULTURAL JUVENIL
"LOS MALOS MUCHACHOS"




MOQUEGUA - PERU



9 de julio de 2010

Raúl Vargas e Ismael Pinto en Moquegua...!

Un día después de la Presentación del libro "Primer Simposium Internacional Mercedes Cabello de Carbonera y su tiempo 1909 -2009" Los dos personajes invitados para tal ocasión estuvieron conociendo la ciudad, y aquí tenemos las fotos de su recorrido por el recientemente inaugurado Centro Cultural Sto. Domingo (al lado de la co-catedral). Y tb los videos !







Raúl Vargas e Ismael Pinto en Moquegua from renecoayla on Vimeo.
Estuvieron en Moquegua para presentar el Libro: "Primer Simposium Mercedes Cabello de Carbonera y su tiempo 1909 - 2009" (La entrevista la hace René Coayla)





Fotos de la Presentación del Libro "Primer Simposium Mercedes Cabello de Carbonera y su tiempo 1909 - 2009"

Aquí las fotos de lo que fue un evento inimaginablemente exitoso.
Conforme a todo lo previsto, Ismael Pinto y Raúl Vargas estuvieron en Moquegua desde un día antes del evnto, llegaron ambos el martes 6 de Julio, y estuvieron conociendo la ciudad (sobre todo don Raúl que visitaba nuestra ciudad por segunda vez).
Mas adelante detallaremos todo lo que fué el evento, por ahora anexamos las imágenes!...
















1 de julio de 2010

Presentación del Libro


Primer Simposium Internacional de Mercedes Cabello de Carbonera y su tiempo
(1909 - 2009)


Fecha: Miércoles, 7 de julio de 2010


Hora: 19:00 - 21:00


Lugar: Auditorio de la Casa Cultural de Quellaveco - Calle Ancash 453

Raúl Vargas, el conocido director y conductor de RPP noticias, e Ismael Pinto, un moqueguano miembro de la Academia Peruana de la Lengua, profesor de Ciencias de la Comunicación en la USMP, jefe de la sección Cultural del diario Expreso y también el más importante historiador de la vida de Mercedes Cabello de Carbonera, ademas de autor de este nuevo libro en el que variados actres recrean importantes pasajes de la vida de la gran Mercedes Cabello de Carbonera. Ambos estarán EN MOQUEGUA este 25 de JUNIO.

Estarán aqui para hacer la PRESENTACIÓN del libro:
"PRIMER SIMPOSIUM INTERNACIONAL MERCEDES CABELLO DE CARBONERA Y SU TIEMPO1909-2009",

Quedan todos cordialmente invitados.

Asociación Cultural Juvenil "Los malos muchachos", fomentando la lectura y la creación literaria.

ORGANIZAN:

- Instituto Nacional de Cultura (INC) Moquegua.
- Municipalidad Provincial Mariscal Nieto.
- Asociación Cultural Juvenil "Los malos muchachos".

23 de junio de 2010

El caso Golondrinos

El caso Golondrinos en el distrito de Carumas

Ver en youtube: http://www.youtube.com/watch?v=Xi5fbQaVjWk


Ver en youtube: http://www.youtube.com/watch?v=TiiLIH_7E8I


Ver en youtube: http://www.youtube.com/watch?v=jLolmlZ9h9o

21 de mayo de 2010

Entrevista al periodista Eloy Jauregui

Henry Spencer entrevistó al periodita Eloy Jauregui, la charla fue no sólo divertida, sino muy analítica.
"Yo prefiero estar enterándome de las cosas a traves de Uds, que estar leyendo los diarios tradicionales, que eso si creo que no han mejorado mucho, al contrario casi todos los días los mismos titulares, todos hablan el mismo lenguaje y repiten lo que dicen en la noche en la televisión, entonces ¿qué chiste no?", dijo.
Además confesó que desde hace cinco años dejó de enseñar usando cuadernos, para hacerlo con blogs.

6 de mayo de 2010

Una más de don Fidel!

PARA LOS MALOS MUCHACHOS
Por: Fidel Alcántara Lévano

Por verás su galanura
Con la más libre expresión
De una real literatura
¡LOS MALOS MUCHACHOS SON!

I
Sin un lenguaje fingido
Como se habla en realidad
Nace la creatividad
Tan igual como un latido.
Reflejan sutil sentido
Venciendo la senda oscura
Y con radiante hermosura
Dan en prosa un derrotero,
Y están abriendo un sendero
POR VERÁS SU GALANURA.

II
La forma que ven al mundo
Desde el atrio de su edad
Trasmiten con claridad
Lo bueno y lo nauseabundo.
Tras postulado fecundo
Con sincera convicción
Le dan forma a su opinión
Del crisol de su bagaje,
Y llenan todo el paraje
CON LA MÁS LIBRE EXPRESIÓN.

III
Descubren todo lo oculto
Sin la brisa del temor
Y sin cambiar de color
Dan fe de quien va de bulto.
Para el ruin es algo inculto
Y verdad si el alma es pura
Y en honor a la natura
Caminan con rumbo fijo,
Y dan un norte prolijo
DE UNA REAL LITERATURA.

IV
Se tornan emprendedores
RENÉ COAYLA muy conciente
GIOVANNI BARLETTI al frente
Diseñan sus esplendores
LOURDES CERVANTES da flores
JOEL BENITES acción
PEPE CHARLIE inspiración,
Y derrochan entereza,
Es que fuente de belleza
LOS MALOS MUCHACHOS SON.

V
Con la emoción de sus años
Construyen su pedestal
Y se vislumbra un sitial
Sin pareceres extraños.
En pos de frutos hogaños
Escriben por vocación
Y al cucufato en cuestión
Le muestran su rebeldía,
Es que con toda energía
DAN SU TRINO HECHO CANCIÓN.

VI
Al ritmo de narraciones
De cuentos y poesías
En jornadas de alegrías
Ofrendan innovaciones.
Van cumpliendo sus misiones
En aras de calidad
Y con vasta propiedad
Originan su universo,
Y con su mágico verso
¡AUGURAN LA ETERNIDAD!

2010-04-26
Por: Fidel Alcántara Lévano



25 de abril de 2010

Poesías

POESIAS
por Omar Joel Benites Díaz.

MIEDO A AMAR
(Poema)
Para que fingir que no siento nada por ti si no es así;
Por qué mi corazón está guardando silencio en lugar de expresar lo que está sintiendo;
Quisiera saber cuánto durará el dolor que ahora llevo muy dentro;
Y hará que este amor desaparezca como un cometa en el cielo.

                                                                                            
CAMINO AL PARAISO
(Carta)



Te agradezco que vengas de tan lejos solo para estar conmigo y permitir quedarnos juntos toda la noche sin que nadie interrumpa cada momento vivido.
Pues una mirada tuya bastara para saber que realmente existo, respirando ese aroma de tu cuerpo que me llena de una alegría inexplicable al rozarlo con el mío, pero sobre todo al darme la oportunidad de confiar tanto en ti, que aun al estar en silencio, con el simple hecho de mirarte a los ojos siento que voy directo al paraíso.

                                                                                         

18 de abril de 2010

La Pluma de Cobre - Bases de participación

Participa en el
Ier Festival Literario
"La Pluma de Cobre"

BASES GENERALES


Participación : Abierta.
Edad límite : De cero a cien años o más.
Idioma : Castellano.
Temario : Libre.
Cada autor podrá presentar una obra por categoría.

CATEGORIAS

-POESÍA: La obra deberá tener un máximo de 60 versos. El tema y la forma serán libres.

-CUENTO: La extensión del relato deberá tener un máximo de dos (02) páginas tipo A-4, escritas con letra Arial nº 12, a espacio y medio.

-DÉCIMAS: De acuerdo a la construcción usual de una décima.

-CARTAS DE AMOR Y DESAMOR: Deberán tener una extensión máxima de dos (02) páginas bajo las mismas características del cuento.

Forma de Presentación: Las obras deberán remitirse en un solo archivo de texto de Microsoft Word al correo electrónico: malosmuchachos@hotmail.com, o pueden entregarse en folio impreso enviado a la Dirección del Instituto Nacional de Cultura (INC) de Moquegua, ubicado en la quinta cuadra de la calle Ayacucho, Plaza Mayor de la ciudad. Es importante usar el programa Word versión 1995 – 2003, y usar letra Arial, a doble espacio y en tamaño n° 12. En ambos casos se debe incluir los datos del autor, y su e-mail.

Fecha límite de presentación: El plazo de admisión de textos finalizará a las 24 horas del domingo 18 de abril del 2010.


Se solicita que se envíen las obras con la mayor anticipación posible, a efectos de dar amplio margen de tiempo para su lectura y registrar el número y los nombres de participantes que serán difundidos en su oportunidad. Se confirmará la recepción de los materiales mediante un acuse de recibo vía e-mail, así como su número de llegada.

Los autores de las obras calificadas para exponerse en el Festival deberán leerlas o autorizar desde ya su lectura la noche del 23 de Abril, como parte de la programación del Primer Festival de Literatura “La Pluma de Cobre”. Los autores que decidan leer sus obras deberán apersonarse ante el comité organizador la noche del evento a las 06:30 pm (hora exacta) a fin de establecer el orden de las presentaciones.

Convocan a este festival: La Comisión organizadora del Primer Festival Literario “La Pluma de Cobre” integrada por: la Municipalidad Provincial Mariscal Nieto, el Instituto Nacional de Cultura de Moquegua y la Asociación Cultural Juvenil “Los Malos Muchachos”.

GRACIAS A:

Instituto Nacional de Cultura Moquegua
Municipalidad Provincial Mcal. Nieto.
Anglo American Quellaveco
CyM Vizcarra
Telmex
Piscos Biondi
Boticas Ximena
Colmena Internet
moqueguavirtual.com

13 de abril de 2010

Ier Festival Literario "La Pluma de Cobre"

La Agrupación Cultural "Los Malos Muchachos" promociona la lectura y la creación literaria en Moquegua, tierra del Sol y la Amistad.

Por eso viene organizando el Ier Festival Literario "La Pluma de Cobre", una noche en la que se leerán POESÍAS, CUENTOS, DÉCIMAS Y CARTAS DE AMOR Y DESAMOR.

También habrá exposición de libros por parte de PromoLibro (Lima-Perú).
Y decoración con esculturas del prof. Manú.

Lugar: Calle Ancash 453 (Casa de Anglo American Quellaveco)
Hora: 7 pm

.....................INGRESO LIBRE......................

Esperamos tu presencia a esta noche de literatura universal y moqueguana.

Si deseas participar leyendo, sólo lleva algún texto que creas merezca ser leído. Si es de tu propia creación, mándalo al correo: losmalosmuchachos@gmail.com, y tu obra podrá salir recopilada en la publicación que saldrá a la venta la noche del evento (sólo las enviadas hasta el 18 de Abril)

MAYOR INFORMACIÓN EN: www.losmalosmuchachos.blogspot.com

Todas las obras tendrán un lugar la noche del evento.

¡Esperamos tu asistencia!

Venganza Cuchuna

VENGANZA CUCHUNA
por Omar Iván Benites Delgado

El cansancio de la caminata agarrotaba mis piernas, pero el ardiente sol calentaba mi pesaroso estado de ánimo brindándome la fuerza necesaria para continuar; bordeaba el río de la aldea, el Moquingoa, la serpiente mágica que nos trae el agua para los campos durante cada verano, siempre con el estío. De pronto a lo lejos, sentí la mirada de aquella Parihuana que vigila mi andar de horas. Llevo el alma cargada de penas por tantos motivos que olvidé contarlos y ocasionaban un profundo dolor en mi corazón; es en ese instante que recordé las palabras del Umu de la aldea cuando nos dijo que le cantaba a las cosas bellas, a las montañas y a la gente, para que las enseñáramos a nuestros hijos y estos a los suyos.

Dijo así aquel Umu Kusa viejo:

“Cuando la penumbra en tu pensamiento se instale
o cuando sientas una honda pena;
al despertar el alba, a la sombra de un pacae
o cuando la luna venga llena,
ve a la montaña, un poco al oriente;
dile al Apu Baúl de tu sufrimiento y de tu inquina,
él le dará luz a tus ojos, abrirá tu mente
y repondrá la paz en tu alma Cuchuna”.

Lo sabía también mi padre allá en el tiempo y no se si lo escuché algún día, pero hoy arrastro muchas dudas y demasiados sufrimientos. Es ahora en este caminar que extraño su voz y siento su ausencia de hombre rudo y de mirada tierna.
En el meqlla tejido que colgaba de mi costado izquierdo, había lo necesario para el pago en la Qhapana sagrada que era de todos.
¡La hoja de coca debe ser fresca y de la mejor, tengan cuidado cuando paguen, el motivo debe ser importante! Decía el sabio sacerdote.

En mi desesperanza intentaba comprender que pasó, como llegó la invasión de ésta gente extranjera con costumbres extrañas, con dioses que no conocimos ni quería yo conocer. Pero eso, a ellos poco o nada les importaba.
¿De donde salieron?
¡Del Cosco! dijo uno de los cuatro caciques de guerra que habían partido del Hatún Colla; de donde brota el oro y se abre un extenso valle. Ahí tenemos un gran palacio militar al que dimos por nombre Sacsayhuaman; del otro lado, en el Coricancha, el palacio en donde rendimos culto al sol, durante años hemos trabajado con ahínco un hermoso jardín de flores en cuyo interior se observan animales de oro y plata de tamaño natural.

Su gran jefe era llamado Mayta Cápac Inca, según lo contaron en cada calle, en cada rincón; mozo atrevido, fuerte y autoritario pero grande y noble de corazón. El nos enviaba un mensaje que a nadie interesaba escuchar. Nos enseñarían secretos no tan secretos para el cultivo de la tierra, como producir más en menos espacio de la pachamama; sus arquitectos y alarifes formarían las nuevas generaciones de constructores de ésta nación en donde el sol se mostraba solidario con cada amanecer, aun de mejor manera que en su Qosqo obligándolos a repetir con sorpresa y con frecuencia que aquí la faena podía medirse en verdad de sol a sol, es decir, nos enseñarían con una tecnología que era incomparable a lo largo y ancho del imperio. A cambio solo pedía obediencia ante sus órdenes y respeto para con sus dioses que serían los nuestros a partir de su llegada.
¡Que osadía!
¡Cuanto atrevimiento!
Como si no tuviéramos ya autoridades a quienes respetar, ni dioses a quienes adorar. Para colmo, ese tal Yawar había puesto los ojos en mi pequeña Nayrawara, la hembra aymara ojos de estrella que ocupa mis ilusiones. Va tras ella con el día y con la noche hablándole al oído, terco, insistente, buscando ser escuchado en sus desatinos de supuestos triunfos y conquistas de otros lares y de otras gentes, y yo no podía hacer nada para evitarlo porque la muerte brillaba en sus pupilas.

La última tarde que la vi quise acercarme para decirle que mi corazón sangra pero no fue posible, detrás, a pocos pasos, pegado a ella iba el maldito Yawar con su arma en la mano. El me miró con furia, ella lo hizo suplicante, tal vez fue mi imaginación febril pero me pareció ver una gota de rocío en sus ojos, como aquella vez primera en que juró ser mía por siempre, cuando me pidió que tuviese cuidado... que fuera despacio.

Temprano, por la mañana, me dirigí al taller de los alfareros y al moldear el leño como me enseñara el padre de mi padre para darle forma al kero que debería estar listo para el día de mi decisión final, me sentí Cuchuna. Llevaba puesta la camisa de lana de alpaca que mi madre me obsequió durante la cacharpaya pasada, el nudo de la faja que llevaba en la cintura apretaba tanto que casi no podía respirar pero no hice nada para evitarlo, deseaba sentir el dolor que me mantenía vivo y quería vivir para mi venganza. Pregunté una vez mas al más antiguo Camayoc sobre la verdad del misterio que ahogaba mi espíritu acostumbrado a las libertades de estas tierras; entonces creo que recién lo supe. Mayta Cápac había reducido el Hatún Pacasa y Caquiavire, como el viento corrió la noticia de lo clemente que era el Inca con los vencidos, dijeron que sin muchas batallas se le sometían grandes provincias, ricas en ganado y de bravos hombres que llamaban Cauquicura, Mallama y Huarina. Sus caciques recibieron orden de atravesar la cordillera nevada hacia el poniente y luego de treinta leguas por tierras despobladas, debían venir aquí, a conquistar el Ayllu, mi Ayllu de nombre Cuchuna.

Por más de cincuenta días cercaron el Apu Baúl en donde hicimos resistencia los hombres, las mujeres y los hijos de los hijos. En las faldas construimos con ahínco percas de piedra una tras otra hasta completar cinco para evitar el sometimiento al intruso. Nos ofrecían paz y amistad que no buscábamos, el hambre que laceraba la boca del estómago lo soportamos con buen ánimo pero los niños y los muchachos que no podían sufrirlo se iban al campo en busca de yerbas y muchos se acercaron incluso al enemigo consintiendo sus padres en ello con tristeza para no verlos morir de hambre.

Los guerreros enemigos los acogían con afabilidad, les dieron de comer y algo para que trajeran a sus padres con un mensaje: el Inca melancólico no conquistaba tierras para tiranizarlas sino para hacer el bien a sus moradores como se lo mandaba su padre el sol. También dieron dádivas y vestidos para los principales lo cual indujo a su rendición a pesar de mi protesta.

¿Cómo es posible que entreguemos el Apu Baúl, Omo, el Yaral, Huaracane, las tierras, sus frutos, las colcas, los reservorios de agua, los extensos cultivos de Ccamata, de Torata, de los Sameguas, y las cuyerías de Estuquiña sin ofrendar la vida? ¿Acaso no era mejor la muerte?

¡Tantos años de trabajo y de conquistas terminaban sólo en cincuenta días!

¡No tienes voz porque no tienes hijos, tú no sufres por los nuestros! ¡Además tu corazón herido habla por ti y eso te descalifica, Nayrawara ha nublado tus sentidos y tu entendimiento pero ese no es problema nuestro, aquí y ahora debemos resolver un problema que es de todos, estamos intentando decidir que hacer con nuestros keros de ofrenda, como dejar nuestras casas, la primera opción presentada es prenderle fuego a todo incluyendo la tuya, sería mejor que ayudes! Me dijeron los mayores a un extremo de las viviendas construidas en la cabecera del Apu. La rendición fue adoptada en contra de mi opinión y a pesar de mis reclamos desesperados pues sabía que junto a esa concesión perdería también a la luz de mi existencia.

Al poco tiempo el tal Yawar y los caciques cusqueños pidieron al Inca les envíe gente para poblar el valle Cuchuna cuyas tierras eran fértiles y capaces de tener más población de la que albergaba. Llegaron por eso grupos de familias con sus mujeres e hijos y todo parecía que iba bien hasta que mi prenda fue prendada por el guerrero que debía morir.

Mordí un trozo de humita dulce que había preparado al rescoldo del fogón la noche anterior. Su sabor a maíz tierno me devolvió la fe y me dio ánimo para seguir subiendo, de regreso al Apu confidente de mi tristeza.
El sorbo de chicha con el fermento de la jora familiar que sólo mi madre sabía preparar de esa manera renovó mis esperanzas y fortaleció paso a paso el último tramo antes de la cima. Me pegué a la montaña y avancé con cuidado, doble en el recodo que ponía a prueba mi decisión, evité mirar el borde del abismo pero sentí el peso de la enorme piedra sobre mi cabeza en esta parte del camino. Tomé el desvío hacia la derecha y me encontré con la boca de la roca madre, abierta para rendirle culto, para el rito que le debíamos todos y cada uno de los habitantes de estos pagos, abajo vi las pequeñas aldeas de Tumilaca, Yacango y de los Capangos aquí supe que no podía ya retroceder, era indispensable terminar con este sufrimiento, era vital terminar lo que había empezado.

Saqué la tabla de rapé, el inhalador de hueso construido con mis propias manos y tallado con pequeños círculos y figuras geométricas como me enseñaron mis abuelos tiahuanaku; mientras masticaba las hojas de coca hasta obtener la bola de pasta justa para quitarme el cansancio, coloqué a un costado mis hojotas hechas con cuero de lobo marino, el kero de chicha, el cuenco que cambié en trueque con aquel comerciante Chiribaya que venía del lado del mar; el meqlla con las hojas de coca escogidas especialmente para el rito, y por último el muñeco de trapo que tenia nombre propio y que trabajé a escondidas durante dos noches; junto a él, siete espinas de cactus... siete yaros.

La iru seca prendió casi al instante al frotar el pedernal, bebí un cuenco rayado de chicha, arrojé un puñado de hojas de coca para que el viento sagrado del Apu me dijera qué y cómo hacer para liberar el corazón de mi amada, prisionero por aquel guerrero intruso que apareció de la nada. Recogí las tres mejores hojas que aparecían montadas una sobre otra, aquellas que quedaron las tiré al fuego para avivar la llama que me permitiría leer el mejor mensaje que vine a buscar.
Con las dos manos juntas levanté al cielo siempre azul la ofrenda, tres hojas de coca, unidas en la parte inferior y abiertas en sus extremos, temblaba por la emoción y por el rencor que comía de mi pecho, respiraba con dificultad pero pedí lo que vine a pedir y grité... grité al Apu brujo el motivo de mi desesperanza :
¡¡Devuélveme la vida,
aleja y castiga al Intruso que jugó con mi iluso amor;
permite que Nayrawara acompañe mi conversa nocturna,
deja que fertilice su vientre con el gen Cuchuna
de mis recuerdos ancestrales;
permite que a la luz del alba una vez más sea mía,
regálame como ayer su perfume a diamela en botón
y hazme feliz en el fondo de sus ojos;
te lo pido en el nombre de mi apuski kusa,
ayúdame a terminar con él
y enriquece mis sentidos!!

En seguida, despacio, con esa calma que nos brinda la furia contenida sustentada en la esperanza, hundí los siete yaros en el muñeco de trapo que tenía el mismo nombre del guerrero intruso.

En los ojos para que no vea más la mirada dulce de mi amada,
en los brazos para que no la aprisione nuevamente cuando estén a solas,
en la boca para que no sienta el sabor de sus besos,
en la cabeza para que no la piense más después de muerto.
Y por último el corazón, ese corazón maldito que tal vez latió fuerte disfrutando junto al suyo... dejé sus extremidades inferiores libres, no las toque para que tenga con que arrastrar su humanidad Inca en la oscuridad de la muerte. Unicamente para que sufra como sufro yo.

Cuanto tiempo pasó no lo se. El inhalador de hueso tembló en mis manos, otro cuenco rayado de chicha refrescó mi garganta seca por el esfuerzo; el fuego se había consumido y cuando recobre el sentido me encontré sólo, muy sólo en la boca abierta de la montaña mágica que había dado respuesta a mis inquietudes. Entonces, en vez de la onda pena que acompañaba mi súplica, se instaló en mi alma la más fría decisión para darle fin a este dolor profundo.
¡Por fin supe lo que tenía que hacer! ¡El Apu me había respondido!

Bajé, acompañado por una renovada obsesión; camino a casa tomé el desvío al pago de Chen Chen, me ubiqué en la ladera del pequeño cerro que mira hacia donde sale el sol y trabajé con ahínco la figura de las llamas que cazamos en el chaku de la reciente faena. Con calma, sin apuro diseñé cada forma, limpié el interior de las figuras con mis propias manos sin sentir siquiera las heridas que fueron abiertas por el filo de las pequeñas piedras erizadas por el intenso calor del día y el contraste de las frías noches. La sal de mi sudor y de mis lágrimas que brotaban solas en homenaje a Nayrawara fijaron cada pisqa del suelo trabajado. Tres lunas habían florecido cuando miré mi obra concluida. El reflejo dorado de este nuevo atardecer reveló mi primera sonrisa después de tantos soles que no termino de contar.

Mi promesa al Apu Baúl había sido cumplida, entonces bajé al llano, tomé un puñado de aquella hierba oscura que en el desvarío de mis confesiones vi con nitidez, llené lo más que pude el meqlla que colgaba de mi costado y apuré el paso. Una vez instalado trituré las hojas y el tallo en el mortero de piedra hasta obtener el denso jugo que necesitaba para mi propósito, retirando la pasta vegetal poco a poco, agregué licor de moras para aromatizar el sabor; cada cierto tiempo depositaba el líquido en aquel kero de madera coronado por el personaje con incrustaciones de turquesa y su gorro de cuatro puntas que guardaba con celo en espera de esta ocasión, el mismo que había trabajado en el taller de los alfareros.

Siempre supe que serviría para una ceremonia especial y había llegado el momento. Esa misma noche busque a Nayrawara; ella recelosa respondió a mi insistente llamado sin abrir del todo la puerta; la mire con profunda nostalgia, nostalgia de sus tiernos besos, de sus ojos dulces como la miel, de su cuerpo desnudo, terso y tibio junto al mío. La miré, con vergüenza rehuyó mi mirada sin pensar en el dolor que me causaba, con pesar me sobrepuse, tomé valor, respire profundo y le pedí que hiciera llegar mi mensaje al tal Yawar:

¡Quiero paz con él y lo convido a beber el licor de moras que preparo yo mismo y que tú conoces, llevaré mi tabla de rapé, los instaladores y dos meqllas del polvo mágico. Al ocultarse el sol estaré en Estuquiña, comeremos cuy frito, Dile que lo espero!

Llegó puntual, en un principio se mostró desconfiado pero a la vez desafiante; mordí mi rencor y lo saludé con la paz en la rodilla derecha, ritual de grande valor para los Incas y según dijeron de suma estimación para los vasallos, porque no era lícito tocarlos a menos que fuesen de sangre real.

La tabla de rapé circuló tantas veces como pudimos hasta terminar el polvo mágico. Habló de su río sagrado al que llamaban Hatun Mayu, de un lugar hermoso y rico en productos agrícolas de nombre Pisac comparable según dijo con nuestro Q’amata por la cantidad de sus andenes de cultivo; habló de Sayri Tupaq, un Palacio construido en ofrenda al hijo de Wayna Qhapaq Inca; de un joven cerro y de un cerro viejo, Huayna Picchu y Machu Picchu, sin comparación a lo largo y ancho del imperio según dijo. Escuché con calma controlada, con un calor intenso en el corazón, con el silencio que presagia la muerte…

¡Añay, sabroso cuy! Lo escuché como en la distancia.

Me levanté aturdido por tantos sentimientos encontrados, había llegado el momento y traje los dos qeros de leño con el brindis de la paz y de la amistad que había preparado cuidadosamente; uno coronado con un lagarto de incrustaciones turquesa cuya cabeza sobresalía al borde para mi, el otro con el cacique que lleva el gorro de cuatro puntas y el brebaje de mis sueños para él.

¡Salud!

Bebimos al mismo tiempo hasta terminar el líquido que me devolvería la esperanza.
Debo regresar, el camino es largo, me dijo. ¡Paqarin kama!
Lo vi perderse con la noche. No le respondí, no podía, tenia un nudo en la garganta.

No pegué los ojos durante toda la noche para no perder de vista el brillo de tantas waras en el firmamento como esperanzas alumbraban mi alma vacía de amor, por un instante, allá arriba vi su rostro bruno, tierno, sonriente; escuché su voz pronunciando mi nombre cual si fuese ayer cuando era mía, y en su piel húmeda aprendía a ver un mundo distinto, tanto, que no me importaba invocar una alianza con la muerte.

Temprano por la mañana lo encontraron muerto, pero juro por todos los dioses que no puedo entender ni comprenderé nunca cómo es que ella había llegado a su lado, mi prenda querida, la mirada perdida en el cielo azul.

¡No pudo vivir sin él! dijeron muchos y ninguno.
¡Tomó del mismo veneno blando que al parecer acabó con el guerrero Inca y partieron juntos!
Lloré con el sol y lloré con la luna, sufrí como no sufrió nadie jamás en el mau’ka pacha, en la tierra de mis padres Tihuanaku, ni mis parientes Wari que vinieron del otro lado de las montañas.
Ni los Gentllar, ni los Chiribaya junto al mar.

El Inca Mayta Qhapac mandó quemar mi casa y la de ella sembrando cascajo de piedra para que quedaran desiertas por siempre, mandó arrancar los árboles que habíamos plantado alguna vez juntos, cuando todo era felicidad. Quemaron sus cuerpos para borrar de la memoria Cuchuna sus nombres que jamás olvidaré.

Y para mal de mis males, a pesar de que tomé el veneno blando una y otra vez yo estoy aún aquí, feísimo albarazado, ahoverado de prieto y blanco, con la oscuridad eterna en mis ojos, inhabilitado en mis sentidos y de mis brazos, atontado de mi juicio, con un sólo recuerdo que come de mi alma, arrastrando mi miseria por las callejas de los Sameguas, de los Capangos y de los Yacangos.

Mientras un grupo de niños alborotados y a gritos me alejan de sus casas de mojinetes lanzándome piedras, al borde del Moquingoa, yo intento con desesperación una y otra vez arrastrarme a la cima del Apu Baúl para pedirle que de fin a esta infinita locura.

La Descentralización en el Perú

La Descentralización en el Perú
por Jean Peter Bachoir Ormea

Constitucionalmente el gobierno del Perú es unitario, representativo y descentralizado, el capítulo XIV de dicho cuerpo legislativo está dedicado exclusivamente a la descentralización, adicionalmente existen la Ley de Bases de la Descentralización, la Ley Orgánica de Gobiernos Regionales, la Ley Orgánica de Municipalidades entre otras normas accesorias que en conjunto confeccionan, por lo menos textualmente, un país de “desarrollo integral” y consiguientemente con “recursos equitativamente distribuidos” (nada más alejado de la realidad), sin embargo, aunque en la praxis los resultados no son precisamente reales, hay algunos avances que no se pueden desmerecer, más aun si hacemos un paralelo con el escenario de hace algunos años.

Indiscutiblemente la descentralización no sólo es necesaria, es imprescindible, resulta que sólo algunos han reparado en que el Perú es un país pluricultural, heterogéneo desde su geografía hasta su población, con sociedades tan dispares como las tribales selváticas y las burguesas capitalinas, las indígenas andinas y las criollas costeñas, sin mayores reflexiones es un país de profundos – y hasta dolorosos – contrastes. Dicho esto ¿resulta razonable someter una nación como esta a un sistema hegemónico, singular y homogéneo?
Descentralización como tal, en este momento no existe, a no ser que haya quién diga que con aproximadamente la tercera parte de población del Perú en su capital, Lima, no hay centralismo —y aludimos la cantidad de población porque es el criterio base para la distribución de recursos— pues la ciudad demográficamente más grande es siempre la que tiene la preferencia en cualquier caso, tanto es así que por ejemplo existen productos y servicios privados que se ofertan únicamente en Lima pues su mercado es inmenso, por lo menos en proporción al resto del país, de modo que no se hace necesario tomarse la molestia de “anexar” el resto del país. Lo más neurálgico es que el propio estado actúa del mismo modo, por ejemplo, con una inversión en la Capital de la República insondablemente distinta a la del resto de regiones del país.

“La descentralización es una forma de organización democrática y constituye una política permanente de Estado, de carácter obligatorio, que tiene como objetivo fundamental el desarrollo integral del país". El proceso de descentralización se realiza por etapas, en forma progresiva y ordenada conforme a criterios que permitan una adecuada asignación de competencias y transferencia de recursos del gobierno nacional hacia los gobiernos regionales y locales.

Los Poderes del Estado y los Organismos Autónomos así como el Presupuesto de la República se descentralizan de acuerdo a ley.” reza el Art. 188° de la Constitución Política del Perú…

“Diosito hoy cuida a mi mamita que fue a los basurales a conseguir comida para mí y mis hermanitos, porque tú sabes que aquí a falta de trabajo, dinero y comida, hay frio hambre y muerte” reza un pequeñuelo en un pueblo ayacuchano…

Un gobierno regional, está constituido por su administración propiamente dicha y a la par tiene a su cargo Direcciones Regionales que cumplen una función medianamente autónoma, así por ejemplo una Dirección Regional de Salud tiene facultad y competencia para dictar normas de salud de cualidad regional y por lo tanto para regular algunos aspectos relativos a su imperio (metafóricamente hablando), sin embargo en términos presupuestales depende absolutamente del Ministerio de Salud, hasta el punto que la administración de los recursos de la dirección está ya predeterminada, así mismo las Direcciones Regionales a pesar de depender orgánicamente del Gobierno Regional están subordinadas políticamente – y por consiguiente funcionalmente – a la administración estatal de acuerdo a las políticas de gobierno.

Es verdad que se ha avanzado, se ha hecho, pero es más cierto que no ha sido lo suficiente, es verdad que la descentralización tiene que ser progresiva, gradual, pero es también cierto que se requiere de alguna celeridad para un país que desfallece. Es verdad que las autoridades no han sido fácticamente efectivas, pero es un axioma que el Perú está constituido por todos los peruanos y que nosotros más que haber contribuido en algo hemos sido unos excelentes críticos a la vez que inertes actores en el proceso a propósito del cual surgen estas líneas. La descentralización es un concepto fundamentalmente solidario y eminentemente corporativo.

Los deseos, las aspiraciones, las metas y los objetivos se hacen realidad sólo si se actúa, Gandhi no emancipó a la india con sueños sino con férreas decisiones y efectivas acciones, Jesucristo con su ejemplo revolucionó el pensamiento universal, se convirtió en punto de referencia de la historia humana con su paso por el mundo.

Que la oración de aquel niño pobre sea en algunos años el recuerdo de aquello que nos impulsó a comprometernos con el Perú.

19 de marzo de 2010

Primer Festival Literario por el día del Idioma "La Pluma de Cobre"


Participa en el
I Festival Literario Regional
"La Pluma de Cobre"

Un evento organizado por la municipalidad provincial Mcal. Nieto, el Instituto Nacional de Cultura de Moquegua y la Agrupación Cultural "Los Malos Muchachos", que promociona la lectura y la creación literaria en la región.

BASES GENERALES

Participación : Abierta.
Edad límite : De cero a cien años o más.
Idioma : Castellano.
Temario : Libre.
Cada autor podrá presentar una obra por categoría.

CATEGORIAS


-POESÍA: La obra deberá tener un máximo de 60 versos. El tema y la forma serán libres.
-CUENTO: La extensión del relato deberá tener un máximo de dos (02) páginas tipo A-4, escritas con letra Arial nº 12, a espacio y medio.
-DÉCIMAS: De acuerdo a la construcción usual de una décima.
-CARTAS DE AMOR Y DESAMOR: Deberán tener una extensión máxima de dos (02) páginas bajo las mismas características del cuento.


Forma de Presentación: Las obras deberán remitirse en un solo archivo de texto de Microsoft Word al correo electrónico: malosmuchachos@hotmail.com, o pueden entregarse en folio impreso enviado a la Dirección del Instituto Nacional de Cultura (INC) de Moquegua, ubicado en la quinta cuadra de la calle Ayacucho, Plaza Mayor de la ciudad.
Es importante usar el programa Word versión 1995 – 2003, y usar letra Arial, a doble espacio y en tamaño n° 12.
En ambos casos se debe incluir los datos del autor, y su e-mail.


Fecha límite de presentación: El plazo de admisión de textos finalizará a las 24 horas del domingo 18 de abril del 2010.
Se solicita que se envíen las obras con la mayor anticipación posible, a efectos de dar amplio margen de tiempo para su lectura y registrar el número y los nombres de participantes que serán difundidos en su oportunidad.
Se confirmará la recepción de los materiales mediante un acuse de recibo vía e-mail, así como su número de llegada.
Los autores de las obras calificadas para exponerse en el Festival deberán leerlas o autorizar desde ya su lectura la noche del 23 de Abril, como parte de la programación del Primer Festival de Literatura “La Pluma de Cobre”.
Los autores que decidan leer sus obras deberán apersonarse ante el comité organizador la noche del evento a las 06:30 pm (hora exacta) a fin de establecer el orden de las presentaciones.


Convocan a este festival: La Comisión organizadora del Primer Festival Literario “La Pluma de Cobre” integrada por: la Municipalidad Provincial Mariscal Nieto, el Instituto Nacional de Cultura de Moquegua y la Asociación Cultural Juvenil “Los Malos Muchachos”.

AUSPICIAN:
Anglo American Quellaveco
CyM Vizcarra
Telmex
Piscos Biondi
Boticas XimenaColmenaS.A.

24 de febrero de 2010

"Técnicas del cuento" (Resúmen del libro)


TÉCNICAS DEL CUENTO
(Resúmen del libro editado por Willard Díaz)

“La genialidad es resultado de uno por cien de inspiracion y noventa y nueve por cien de transpiración.”

“La diferencia entre un libro bien escrito y una obra imprescindible es que una tiene la perfección de una maquina bien aceitada y la otra es un saludable organismo vivo.”

NATURALEZA DEL CUENTO
Por R. Royster

El cuento extrae usualmente su material de la vida cotidiana. Debido a su brevedad y solidez, no tiene cómo pintar un panorama amplio de épocas y condiciones sociales poco familiares a los lectores. Debe descansar sobre motivaciones que, aunque sean comunes, al menos tocan las experiencias del autor. La materia del cuento es, por lo general, común.


Pero aun si tenemos límites para la descripción y el análisis de los personajes, como pasa en el cuento, es posible revelar mucho acerca de la gente solo con colocarla en un escenario bien definido o en alguna posición social u ocupacional significativas. El entorno en el cual vive la gente tiene mucho que ver con sus actos y sus actitudes ante la vida. En la caracterizacion muchos factores juegan un papel: el clima, la raza, el aislamiento, la riqueza o la pobreza, el deseo o el ocio; todo contribuye a la definición del personaje y sus actitudes. Ciertos contextos sugieren inmeditamente rasgos del personaje. Por esta razón los escritores se esmeran en idear el escenario y las condiciones de vida, pues son recursos para la descripción del personaje.


El cuento tiene una estructua tan definida como la de un edificio de piedra, fierro, cemento y madera. Esto no significa, por supuesto, que todos los cuentos sean iguales, así como no son idénticas todas las casas.

Toda obra de arte debe producir una impresión. El cuento hábilmente construido tiene una intención artística definida; puede producir espanto, horror, piedad, amor, odio, simpatía, esperanzas, humor o cualquiera de las ricas emociones de nuestras vidas. Puede también dirigir su puntería hacia nuestra capacidad de diferenciar sentimientos o puede presentar una idea (el cuento con propuesta o tesis). O puede combinar todos esos atractivos.

El cuentista, a fin de lograr su propósito, debe dirigir todas sus fuerzas hacia un efecto único dominante a lo largo de la historia; estar continuamente atento a la mira con la cual comenzó.

Dado que el cuento es de extensión limitada (en la práctica, entre 2500 y 12 500 palabras), el autor no tiene espacio más que para la impresión única que ha decidido producir. Debe ahorrar en el número de personas que introduce en su relato. Debe seleccionar sólo los detalles más efectivos para describir a pocos personajes, y debe escoger y disponer los incidentes, la estrecha relación de uno con otro, de manera que rindan más en la actuación del personaje y en el progreso de la historia. El cuentista no puede, como el novelista y el autor de dramas extensos, introducirnos a nuestras anchas en la vida de sus personajes.

El número de personas que pueden entrar exitosamente en un cuento es, entonces, por necesidad, pequeño. Entre ellos un personaje debe destacar notoriamente sobre los demás.

El personaje principal debe ser lo bastante individual o excepcional como para captar el interés del lector desde el comienzo. No hay espacio en el cuento para un personaje común. Esto no quiere decir que el protagonista debe ser raro. El deseo de representar personajes exageradamente inusitados ha conducido a muchos cuentistas a mostrar personas que nos parecen falsas e irreales. Es importante saber que aunque extraño y tal vez misterioso, el personaje del cuento debe ser verosímil. Y la gente tiene sus faltas, sus pecados, así como sus virtudes; son guiados por impulsos generosos y por impulsos egoístas. En sus conflictos se les ve luchando, soñando, conquistando, pecando, asesinando, sacrificándose: exhibiendo todos los impulsos, buenos y malos, que guían los sentimientos y los actos de los hombres.

Podríamos tener una experiencia atroz de un desastre ferroviario, pero un relato del accidente no sería un cuento a menos que alguna circunstancia especial del desastre fuera empleada para ilustrar un rasgo de un personaje, contradictorio o afirmativo en relación con lo que uno sabe.


La intriga no es más que el orden y la complicación de la serie de acciones que constituyen el cuento. El elemento más importante en la construcción de una intriga es el conflicto o lucha. El hombre rara vez se conoce a sí mismo; de seguro, sus amigos no lo conocen hasta que está frente a un conflicto; hasta que una lucha de intereses, deseos y principios saca a luz convenientemente los rasgos de su carácter. Mediante sus más altas dotes puede dominar la situación y vencer a las fuerzas rivales; o puede, debido a defectos de personalidad o a su incapacidad para ser mejor de lo que es, caer en desgracia.

El conflicto puede ser objetivo o subjetivo (En palabras simples, esto significa que puede surgir por algún objeto que ambas partes desean; o puede haber conflicto entre fuerzas o impulsos que residen dentro del individuo). Y debe producir una situación en la cual el personaje debe elegir entre una u otra línea de acción.

En la intriga simple y única del cuento, una subtrama podría resultar desorientadora. Las situaciones o incidentes elegidos meramente por su capacidad para interesar o divertir no tienen cabida en el compacto arte del cuento.

En el análisis y estudio del relato hay un punto que se pierde de vista muchas veces: un cuento puede tener la técnica perfecta y, al mismo tiempo, no mostrar ningún destello del alma ni de la inteligencia del autor.

Cuando forma y espíritu se unen en el mismo cuento obtenemos el placer de la armonía perfecta.

“Un artista literario hábil debería esforzarse para que el cuento produjera un efecto único y singular. En la composición no debería haber ninguna palabra que no vaya, directa o indirectamente, hacia el fin preestablecido.” (E.A. Poe)


16 de febrero de 2010

"Animalia" (cuento en capítulos mensuales)


CAPITULO I

“Un Gran Sueño”
por René Coayla C.

El verde fresco de la hierba teñía incesantemente mis dientes, el aroma a libertad entraba a mí y causaba una explosión de alegría en mis entrañas, y la pradera, ignorada aun, me miraba comer con dulzura, con algarabía, me ofrecía sus arbustos, sus verduritas y la tranquila sombra de sus innumerables y grandes árboles, ni qué decir de la mansa tierra viva que bajo mis pies esperaba ansiosa verme corriendo y saltando, pero ya habría tiempo para eso.
Había, como en todo mar de felicidad, un remolino de tristeza que colaba mis pensamientos a cada instante y me obligaba a comer cada vez con menos ansia.
El añoro de ella, de sus manos tibias y sus palabras dulces, que ahora entonaba el viento sobre mis orejas y me hacia suspirar. Ella, quizás ahora estaría riendo despreocupada, ignorante de mi ausencia, o talvez, enterada ya, estaría llorando impotente tratando de comprender el por qué de mi partida.

Si la viera ahora, correría a su encuentro, quebraría mi lomito a cada salto, y escucharía la música saliendo de su risa, quietita esperaría ver alejarse el suelo al roce de sus manos, y le diría al oído lo alegre que a su lado fuí.

Exhausta por la última aventura, dormí rendida entre el vivo follaje.

Ahora en cambio, sé que ella piensa en mi, que sufre mi partida tanto como yo sufro su ausencia, el viento me lo dijo. Cuando llegué, él fue el primero que me trajo noticias, diciéndome que ya don Mario estaba buscándome, tirando ramitas de alfalfa a su paso, preocupado.

─Háblame del sol ─le dije, para hablar de otra cosa.

-¿No te importa ella? --preguntó, con un dejo de ironía. Pero no respondí, continué mirandolo.

─Es hermoso, grande y amarillo -dijo al fin-. Cuando llueve se oculta y solo oigo su voz diciéndome a donde llevar las nubes...

─ ¿Cómo es el amarillo? -interrumpí, divertida.

─... que reunidas... Hmm... Déjame pensar... ─me contestó el viento. Luego subió muy arriba; no lo vi -claro-, pero lo sabía, pues oía el rugir de los árboles en lo alto al ser azotados por mi nuevo y gran amigo.

-Míralo tu misma… -dijo al fin.

Entonces, sentí que el viento soplaba fuerte bajo mis pies, produciendo el mismo rumor con que volteaba las olas; me elevé unos centímetros del suelo, empezé a pararme, y mi cabeza siempre gacha se alzó por vez primera y al fin pude ver el cielo, y en medio de él, al Sol. Era hermoso, tenía la piel de oro. Creo que le molestó que el viento me dejara verlo, porque ni bien lo hice cerré mis ojos…

─¡Me daña! ─grité al viento, para que me bajara, pero no me bajó, por el contrario, me llevó mas arriba, desesperada por un instante ví la tierra alejarse abajo. Volando, el viento me posó sobre la rama más alta del árbol más alto. Y me gritó “cógete fuerte, no dejes de mirarlo”. Lo intenté, y entonces ví que el viento empujaba a las nubes, que imperiosas cubrieron el impresionante resplandor. El sol entonces, aunque un poco borroso, se mostró sin daño alguno a mi vista. Me quede allí, congelada, mirándolo, mirando su majestuosidad y sintiendo su calor; el viento, alegre, lo miraba junto a mi. Y luego de un rato, que pareció interminable, comprendí que estábamos viendo a Dios.


Al poco rato de estar allí, el viento mismo me dejó en el suelo. Y me preguntó qué haría. Le respondí que nada, que jugaría con las matas, que saltaría sobre el verde pasto, que pensaría en ella, que viviría.

Entonces se fue, y me quede allí, dormitando como al principio. Y después de haber visto y conocido tanto, me extrañó no estar cansada. Me levanté de repente, y al fin comprendí lo que había sucedido.


CAPITULO II

“Una Breve Separación”

Correr era para mí lo mismo que nadar para los peces, lo que volar para las aves. Saltar era para mí sólo una gimnasia, un ejercicio, pues lo que más me gustaba de vivir era, sin lugar a dudas, el poder husmear. Arrinconada y muy quietita esperaba que todos dejasen de mirarme con supervisión, me hacia la tonta y dejaba que pensaran que estaría tranquila en ese lugar, entrené a mi paciencia y fue así que aprendí a aburrirlos, y cuando el último guardián volteaba la vista, empezaba mi aventura.

Traviesa por naturaleza, recorría todos los rincones y los hacia míos con una pequeña y olorosa marca. Siempre fue la buena suerte compañera infaltable en mis aventuras, pues me cuidaba de que me encontraran in fraganti o de que ocurrieran penosos accidentes. Como cuando me encontraron dentro del armario, sin percatar que había malogrado las puntas de los zapatos, o como cuando casi muero carbonizada por morder los cables tras el televisor gracias a Dios desenchufado. O como cuando, empujada por la necesidad imperiosa de la curiosidad, en un descuido aproveche la puerta abierta y bajé saltando tres pisos de gradas y acabe escondida tras unas macetas. Me halló ella muy asustada, la vi llorando. Entonces comprendí que mi necesidad de vivir le partía el alma. Y fue así que poco a poco me di a la idea de que algún día una de las dos acabaría muriendo de pura pena. No podría decir que fue eso lo que me obligo a escapar, pues para entonces ella y yo ya estábamos separadas.

Fue por don Lino y doña María. Hartos de mí alocada presencia en su tranquila morada fueron poco a poco los que más rápidamente se cansaron de mí. Primero fue doña María cuando encontró sus zapatos.

Una mañana en que ella y yo charlábamos del amor. La llamó para comer. Y yo, que no comprendía por qué a mí no me sentaban en hermosas sillas y me servían mis hierbas en un plato blanco, me quede como era mi costumbre recostada en toda mi extensión bajo la ventana, que era donde más fresca me sentía, tratando de cerrar mis ojos y dormir. Estirando todo lo que podía mis piernas y mis brazos cada cierto tiempo.

No pude evitar oír aquella discusión, que no me importaba en absoluto. Pero cuando la sentí acercarse y acariciarme con sus manos tibias, y sentí sus mojadas lagrimas sobre mi cara, recordé frases como “un tiempo más y se va con la Rebeca” y “cada vez está más malcriada”

─ No te irás, juro que no te irás, te quedaras conmigo siempre, siempre, te adoro tanto, moriría sin ti. -me decía al oido.

─ También yo te amo, nunca me alejaría de ti, ¿Es que no me quieren ya? ¿Qué quieren que haga? ─ le preguntaba.

Pero ella parecía no escuchar, arrodillada me apretaba fuerte entre sus brazos y me mojaba con sus lágrimas.

─ Si te vas me muero, muero sin ti priskisiosa. ─ me confesaba entre sollozos.

Me gustaba como me llamaba, y siempre que me decía así yo le respondía quebrándome en cada salto. Así éramos felices.

Pero a pesar de sus promesas y sus llantos, al siguiente día se cumplió lo anunciado.

Fue un domingo, lo recuerdo bien porque ese día nadie salió de casa, y el ambiente era, para ellos al menos, aburrido. Ella estuvo todo el día pensativa, y aunque me miraba con dulzura yo sabía que estaba triste, preocupada.
Un brillo pequeñito en cada uno de sus ojos traslucieron cuando vino triste hacia mi cesta, una gota transparente cayó al suelo cuando la sentí cargarme por última vez, y supe que todo estaba consumado, que mi presencia en su casa concluía. Sin sacarme de mi cesta me llevó fuera de casa, entró conmigo a un aparato gigante y plateado que tenia puertas y ruedas y emprendimos un viaje fatal, lleno de tumbos que me hacían querer vomitar a cada instante, pero no lo hacía porque la tenía en todo momento a ella, que no me despegaba la mirada por entre las rejillas de mi cesta, hipnotizada metía su dedito y yo me acercaba con dificultad, pues a cada instante había bamboleos y temblores, todo el viaje la pasó acariciándome, el viaje tosco y horrendo se hizo soportable solo con sentir su dedo en mi cabeza, acariciandome.
Cuando frenamos, ella me llevó consigo y entré entonces a un lugar muy poco familiar. Y aunque parecía estar todo tranquilo, lo único que entonces pude comprender, es que no era mi hogar, mi hogar era con ella.

Pase el día muy triste, sin salir de mi cesta. En casa yo siempre estaba haciendo bulla y sacando las manos por las hendijas en señal de rebeldía y ansias de ser libre. Ese día en cambio, a pesar de que dejaron caer la tapa no quise salir, me desolaba la idea de no volver a verla, me quitaba las ganas de correr y saltar su triste ausencia, lo único que hice fue comer lo que me dieron, que fueron verduras deliciosas además de mi hierba de siempre, y recostada en la más honda soledad me di cuenta tristemente, de que ella me había abandonado.

Un sentimiento nuevo entró en mi pequeño corazón, y conocí entonces la tristeza y el rencor. Quise odiarla, pero no podía, aun estaba fresco como la hierba que comía el amor que nos sentíamos, pero poco a poco fui alimentando esos nuevos sentimientos con la pura paja de la soledad y el abandono, que me tenían sin ganas de seguir viviendo. En mi pequeña cabecita las preguntas no entraban, rebotaban entre ellas y me hacían tambalear, todo era lo mismo, ¿por qué me dejó?

Pero por la noche todo cambio, y esos dos nuevos sentimientos se fueron como llegaron, pues mientras dormitaba pude oír su voz, y desde las rendijas de mi cesta pude verla, entrando majestuosa, hermosa, corriendo hacia mí, que ya había puesto mis pies entre las rendijas, llamándola.

─ ¡Mi priski!, ¡mi hija!, ¡mi preciosa! ─ gritó ella abriendo la tapa. Salte a sus brazos y sentí su calor tan poco tiempo extrañado, sus besos me inundaron al igual que sus lagrimas saladas, y comprendí entonces que no debía ser tan desconfiada, me avergoncé de haber querido odiarla y entonces la amé por multiplicado. Corrí por vez primera en ese extraño lugar y salte quebrándome para ella. Conocí a nuevas gentes que me conocieron y regrese saltando a sus manos otra vez, nos besamos y fuimos presas del amor más fuerte que nunca.

Pasamos la noche mirándonos y jugando, le mordía sus rizos y ella me rascaba la cabeza, yo la amaba más que nunca y ahora estaba segura que ella también a mí. Me explicó que ya no podía regresar a casa junto a ella, me prometió venir a verme a diario y me dejo grabada su sonrisa en mi tan pequeña alma. Así que al poco rato, cuando se fue otra vez para su casa, cuando regresó sin mí a mi antiguo hogar, ya no se llevó consigo mi alegría.

Pero al día siguiente no llegó, la esperé todo el día jugando y saltando, pero no se apareció, las horas pasaban y mi ilusión se iba con ellas, pensaba que tal vez demoraría, menguaba mi preocupación con pensamientos de esperanza, pero nunca llegó. No vi sus rizos castaños por espacio de una semana, y triste e increíblemente la olvide.

Viví poco tiempo con los Coayla, que me dieron durante el día un espacio en su patio trasero, lugar en donde unos cuantos cachivaches, cuadros viejos y botellas sirvieron para inventar nuevos juegos, aprendí a saltar mucho más alto cuando el novio de mi amada puso una gran tabla en la puerta siempre abierta para que yo no escapara, ellos sabían de mis travesuras. Entrando la noche el frío me calaba y entonces él venía a buscarme, y yo me escondía en todo sitio, bajo la vieja lavadora, o tras el cilindro, le costaba atraparme, entonces me metía adentro, y me llevaba a mi casita, mi cesta. Allí me cubría con las cobijas, que por cierto eran las mismas de mi antiguo hogar. Y pasaba la noche a oscuras, igual que antes, pero en un clima de hogar muy distinto.

En las mañanas me soltaban nuevamente en el patio, en donde yo me ensuciaba donde quisiera y jugaba con todas las cosas, saltaba y me recostaba en los lugares calientitos, que era donde el sol iluminaba el suelo.

Fue cuando me cansé de jugar que aprendí a escuchar, y entendí cada vez más a los humanos. Entendí que para entrar al patio debían empujar la gran tabla que yo no podía saltar, y paradas frente a un gran pozo, metían prendas y las mojaban y sobaban con fuerza mascullando frases de resignación, o a veces en silencio escuchaban musica o voces venidas de aparatos. El fin de ese juego era llevarse todo en grandes baldes hacia donde yo no imaginaba, pero que queria conocer. Así fue que la curiosidad me dio las fuerzas para saltar un día la gran tabla y llegar a ver que la gente subía gradas con dichos baldes. Yo no pude subir. Pero me di cuenta del por qué lavaban. Sus cuerpos eran todos iguales, y solo esas prendas los hacían diferentes, por eso las mantenían siempre limpias. Me pregunte el por qué las usaban, y comprendí que, a diferencia de mi, a ellos les avergonzaba sus cuerpos.

Como dije, la olvidé, no me avergüenzo de admitirlo, pero me entristezco de haberlo hecho pues fue sin querer, sin proponérmelo, que un día la ofendí.

Fue de noche, yo estaba ya en mi cesta, triste, pensativa, y no tanto por ella, mi pequeña cabecita no tenia espacio para los recuerdos. Así entonces fue que, cuando la vi entrar de nuevo y correr hacia mí, me quede quieta en donde estaba, ella abrió la tapa, metió su mano y me quiso acariciar, entonces, instintivamente, como si fuera un desconocido, la arañé. Tres hilos rojos nacieron en su mano.

No hizo falta verla llorar, pues el vacío en su mirada me hizo comprender que yo había actuado mal, vi sus ojos pardos reflejar más que nunca, y me sentí mal, me sentí terrible, quise saltar hacia ella, pero la vergüenza por lo que había hecho me tenia inmóvil.
Pero ella, sabia, no reaccionó mal, vaciló un instante y nuevamente intento acariciarme, el roce tibio de su piel trajo a mí nuevamente el recuerdo de nuestro amor.
Para reponer mi falta, salté sobre sus piernas y ella me sostuvo y me cargó a la altura de su rostro, entonces la bese y ella sonrió, y ese incomodo momento paso al fin.

Me llevó a casa nuevamente, y puedo decir que el viaje me fue mejor. Ya no sentí esas ganas horribles de vomitar, pues la segunda vez no sentí para nada los mareos, quizás la felicidad de estar con ella otra vez me hacia más fuerte. Ya en casa, la timidez fue lo primero que me hizo no querer salir de mi cesta, pero sus manos bondadosas me arrastraron hacia fuera y no pude negarme. Salí corriendo y trepé muebles, salté sillas, recorrí todos mis rincones de mi antiguo y ahora otra vez nuevo hogar, y confiada hasta mojé un cojín.

Si eso hubiera sido todo no habría pasado nada. Don lino llegó y se sentó en mis orines, cuando se dio cuenta ya su pantalón estaba mojado. Esa fue mi condena.

─ Toda la vida es lo mismo, ni bien llega ya esta meándose, no se va a quedar en casa.

Próximo capitulo "Los animales allá", para el 20 de Mayo.

15 de febrero de 2010

"La décima del Año"



POR EL SENDERO DEL SOL
de Fidel Alcántara Lévano

Por su estilo que motiva
Al sembrar una esperanza
Imponente en narrativa
GIOVANNI BARLETTI AVANZA

I
Con el lenguaje corriente
Que vive en la juventud
Con su toque de virtud
Emana como un torrente
Con el verbo de su fuente
Y entereza positiva
Recrea con su inventiva
El suceso cotidiano
Y marca un hito galano
¡POR SU ESTILO QUE MOTIVA!

II
Es diverso el escenario
Donde transcurren las acciones
Y transmiten emociones
Con el ayer solidario
Es el teatro necesario
que hasta lo insólito alcanza
y lo oscuro al viento lanza
Y lo engrandece su pluma,
y romántica es la bruma
AL SEMBRAR UNA ESPERANZA.

III
Desfila el fiel personaje
Con albor de adolescente
Y se energiza el ambiente
Por fascinante paraje.
Se torna dulce el paisaje
Por su vena creativa
Y sin ruta negativa
Le da luz a la penumbra,
y un horizonte vislumbra
IMPONENTE EN NARRATIVA.

IV
En la radiante Arequipa
Se forja una profesión
Pero ya su inspiración
Con calidad se anticipa.
Con diez temas participa
Y nos deja una enseñanza
Si en el ser hay la confianza
De a poco se toma altura,
por eso en literatura
GIOVANNI BARLETTI AVANZA

V
Un orbe mágico en flor
Es EL QUE NO CORRE, VUELA
Y del arte que se anhela
DRAGOSTEA es editor.
Expone el drama y candor
Con leal sagacidad
Que entre ficción y verdad
de la existencia es reflejo,
y ofrenda como un espejo
UNA CRUDA REALIDAD.

VI
A una muy corta edad
Vas logrando trascendencia
Y tu ser reluce esencia
De inspirada identidad.
En honor a tu bondad
De trabajo y plena euforia
Vas escribiendo la historia
De tu mundo fascinante,
pues Giovanni vas fragante
¡HACIA EL ALTAR DE LA GLORIA!

Por: Fidel Alcántara Lévano