13 de abril de 2010

La Descentralización en el Perú

La Descentralización en el Perú
por Jean Peter Bachoir Ormea

Constitucionalmente el gobierno del Perú es unitario, representativo y descentralizado, el capítulo XIV de dicho cuerpo legislativo está dedicado exclusivamente a la descentralización, adicionalmente existen la Ley de Bases de la Descentralización, la Ley Orgánica de Gobiernos Regionales, la Ley Orgánica de Municipalidades entre otras normas accesorias que en conjunto confeccionan, por lo menos textualmente, un país de “desarrollo integral” y consiguientemente con “recursos equitativamente distribuidos” (nada más alejado de la realidad), sin embargo, aunque en la praxis los resultados no son precisamente reales, hay algunos avances que no se pueden desmerecer, más aun si hacemos un paralelo con el escenario de hace algunos años.

Indiscutiblemente la descentralización no sólo es necesaria, es imprescindible, resulta que sólo algunos han reparado en que el Perú es un país pluricultural, heterogéneo desde su geografía hasta su población, con sociedades tan dispares como las tribales selváticas y las burguesas capitalinas, las indígenas andinas y las criollas costeñas, sin mayores reflexiones es un país de profundos – y hasta dolorosos – contrastes. Dicho esto ¿resulta razonable someter una nación como esta a un sistema hegemónico, singular y homogéneo?
Descentralización como tal, en este momento no existe, a no ser que haya quién diga que con aproximadamente la tercera parte de población del Perú en su capital, Lima, no hay centralismo —y aludimos la cantidad de población porque es el criterio base para la distribución de recursos— pues la ciudad demográficamente más grande es siempre la que tiene la preferencia en cualquier caso, tanto es así que por ejemplo existen productos y servicios privados que se ofertan únicamente en Lima pues su mercado es inmenso, por lo menos en proporción al resto del país, de modo que no se hace necesario tomarse la molestia de “anexar” el resto del país. Lo más neurálgico es que el propio estado actúa del mismo modo, por ejemplo, con una inversión en la Capital de la República insondablemente distinta a la del resto de regiones del país.

“La descentralización es una forma de organización democrática y constituye una política permanente de Estado, de carácter obligatorio, que tiene como objetivo fundamental el desarrollo integral del país". El proceso de descentralización se realiza por etapas, en forma progresiva y ordenada conforme a criterios que permitan una adecuada asignación de competencias y transferencia de recursos del gobierno nacional hacia los gobiernos regionales y locales.

Los Poderes del Estado y los Organismos Autónomos así como el Presupuesto de la República se descentralizan de acuerdo a ley.” reza el Art. 188° de la Constitución Política del Perú…

“Diosito hoy cuida a mi mamita que fue a los basurales a conseguir comida para mí y mis hermanitos, porque tú sabes que aquí a falta de trabajo, dinero y comida, hay frio hambre y muerte” reza un pequeñuelo en un pueblo ayacuchano…

Un gobierno regional, está constituido por su administración propiamente dicha y a la par tiene a su cargo Direcciones Regionales que cumplen una función medianamente autónoma, así por ejemplo una Dirección Regional de Salud tiene facultad y competencia para dictar normas de salud de cualidad regional y por lo tanto para regular algunos aspectos relativos a su imperio (metafóricamente hablando), sin embargo en términos presupuestales depende absolutamente del Ministerio de Salud, hasta el punto que la administración de los recursos de la dirección está ya predeterminada, así mismo las Direcciones Regionales a pesar de depender orgánicamente del Gobierno Regional están subordinadas políticamente – y por consiguiente funcionalmente – a la administración estatal de acuerdo a las políticas de gobierno.

Es verdad que se ha avanzado, se ha hecho, pero es más cierto que no ha sido lo suficiente, es verdad que la descentralización tiene que ser progresiva, gradual, pero es también cierto que se requiere de alguna celeridad para un país que desfallece. Es verdad que las autoridades no han sido fácticamente efectivas, pero es un axioma que el Perú está constituido por todos los peruanos y que nosotros más que haber contribuido en algo hemos sido unos excelentes críticos a la vez que inertes actores en el proceso a propósito del cual surgen estas líneas. La descentralización es un concepto fundamentalmente solidario y eminentemente corporativo.

Los deseos, las aspiraciones, las metas y los objetivos se hacen realidad sólo si se actúa, Gandhi no emancipó a la india con sueños sino con férreas decisiones y efectivas acciones, Jesucristo con su ejemplo revolucionó el pensamiento universal, se convirtió en punto de referencia de la historia humana con su paso por el mundo.

Que la oración de aquel niño pobre sea en algunos años el recuerdo de aquello que nos impulsó a comprometernos con el Perú.

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